Slow Fish 2019 una receta para el futuro de los mares: pescar menos y mejor, cultivar más mariscos y algas.
En su novena edición Slow Fish 2019 se concentró en proponer acciones concretas para preservar un bien común: el mar. Slow Fish Caribe participó con representantes de organizaciones y chefs.
“Cada vez es más claro que, para que los mares sigan siendo reservas de alimentos, debemos cambiar nuestros hábitos: pescar menos y mejor, cultivar más algas y mariscos. Este es un salto cultural en el que Slow Food debe asumir un papel de liderazgo al involucrar a pescadores y criadores, cocineros y consumidores”. Esta es la conclusión de un debate de cuatro días, del 9 al 12 de mayo, entre los delegados internacionales de la red de Slow Fish, que discutió el tema a partir del tema central de la novena edición de Slow Fish 2019, El mar: un bien común.
Según el Comité Científico de Slow Fish, para hacer frente al aumento de la población mundial y al mismo tiempo garantizar que los mares sean ricos en peces, debemos concentrarnos en la parte inferior de la cadena alimenticia. Esto significa evitar los peces en la parte superior, como el atún y el pez espada (que también contienen una gran cantidad de metales pesados), optando por bivalvos, crustáceos, plancton y algas, los cuales son potencialmente abundantes.
Slow Fish 2019, organizado por Slow Food y la región de Liguria en Génova (Italia), reunió a más de 100 delegados de más de 20 países que contaron sus historias y, sobre todo, compartieron sus buenas prácticas. La única forma de preservar los recursos para las generaciones futuras y salvar nuestros mares será mediante el fortalecimiento de esta red internacional. También es esencial reducir la pesca del pescado azul que se utiliza para producir harina de pescado para la acuicultura: estaríamos mucho mejor aprendiendo cómo comer y preparar pescado si regresamos a las especies y las recetas que comieron nuestros abuelos.
El evento permitió a los delegados redescubrir la importancia de compartir sus experiencias y destacó el sentido de comunidad que los une, independientemente de su origen. Es de suma importancia que las instituciones y los gobiernos entiendan el valor de la profesión de los pescadores y se abran a la gestión conjunta de los recursos marinos.
A pesar del clima, Slow Fish registró eventos agotados, como fechas de cenas, talleres de degustación y escuelas de cocina, citas concurridas para niños y familias sobre cómo crear un menú equilibrado. Las degustaciones de comida de los quioscos regionales italianos brindaron la oportunidad de probar diferentes sabores del mar y aprender más sobre temas como la biodiversidad costera, el cambio climático y las historias de los jóvenes pescadores.
El Caribe mexicano parte de la red de Slow Fish
Los delegados internacionales compartieron sus historias y experiencias: entre ellos Luis Rodríguez de España, presidente de la Asociación de Pescadores Artesanales del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, quien destacó el riesgo de que los pescadores desaparezcan antes que los peces. Añadió que en el pasado un buen pescador era juzgado por la cantidad de peces capturados, pero ahora deben equilibrar la cantidad correcta de peces para ellos y para el medio ambiente.
Octavio Perlaza, un técnico de pesca especializado en buenas prácticas a nivel de captura y post captura de Bajo Baudo, un área aislada en la costa del Pacífico de Colombia, dijo que la experiencia en Slow Fish reforzó su sentimiento de pertenencia a una comunidad global dedicada a Pesca sostenible a pequeña escala.
Andre Standing, investigador independiente, escritor y miembro de la Coalición para Acuerdos de Pesca Justos (CFFA-CAPE) que trabaja entre el Reino Unido y Kenia, destacó la importancia de crear un Blue Commons, por lo que los océanos son reconocidos como un bien público, en oposición a la tendencia actual que continúa viendo nuestros recursos marinos como fuente de beneficio privado para los inversores.
Desde América Latina asistió una delegación compuesta por 13 personas: 4 desde México, 7 desde Colombia y 2 desde Ecuador. A lo largo del evento la delegación animó varios talleres y conferencias, se reunieron como Comité Directivo del proyecto Slow Fish Caribe y l@s chefs Karla Enciso de Cancún y Daniel Maldonado de Quito deleitaron el publico con la cena a cuatro manos “Latitudes Latinoamericanas”.
Las delegadas Maraí Tello Leyva y Liliana García Ramírez integrantes de la organización Amigos de Sian Ka´an, quienes participan en las acciones del proyecto Slow Fish Caribe, comentaron:
Estar en Slow Fish fue una oportunidad valiosa para conocer las experiencias de la gente del mar y traerlas a México para enriquecer los saberes de los pescadores locales. Trabajar juntos significa una sinergia muy interesante porque permite llevar a la mesa de muchos, productos derivados de un conocimiento de generaciones combinados con un gran amor y responsabilidad por la naturaleza.
En Amigos de Sian Ka’an apreciamos y reconocemos el trabajo de Slow Food por hacer visible el esfuerzo de los pescadores y por mejorar sus prácticas. Nos sumamos orgullosas a la tarea en Slow Fish Caribe, incluyendo criterios para evaluar la salud de los ecosistemas marinos que intervienen y comunicando a los consumidores sobre el tesoro marino que de manera sustentable y respetuosa llega a su mesa. Las langostas así, sin duda saben mejor. ¡Gracias a Slow Food por esta experiencia!
Slow Fish Caribe en México se enfoca en el Baluarte de la langosta espinosa de Banco Chinchorro y Sian Ka’an, fortaleciendo modelos de conservación y aprovechamiento sostenible en áreas protegidas del Caribe. Es un proyecto apoyado por la iniciativa «EU Biodiversity for Life» de la Unión Europea y ejecutado en alianza entre Colectividad Razonatura y Fundación Amigos de Sian Ka’an(México), Slow Food (Italia), Fundación ACUA y Corporación Coralina (Colombia).
Cuatro manos cocinando sustentabilidad
En la cocina se dio un encuentro muy afortunado en la cena llamada “Latitudes Latinoamericanas”. Preparada a cuatro manos, por dos chefs internacionales de la Alianza de Cociner@s de Slow Food: desde México, Karla Enciso (que tiene dos restaurantes, en Cancún y Playa del Carmen) llevó sabores mayas, impulsados por su compromiso social y ambiental con productores locales. Desde Ecuador, Daniel Maldonado (también con dos restaurantes, en Quito y las Islas Galápagos), ofreció una muestra de la rica biodiversidad de su país, así como sus propias experiencias gastronómicas, desarrolladas en colaboración con productores de alimentos.
En el caso de la chef Karla Enciso, los ingredientes que acompañaron al ceviche del increíble pescado Gallinella, los trajo directamente de la milpa de las comunidades mayas de Tihosuco, Quintana Roo. La masa de maíz nixtamalizado fue la base para los tacos de tikinxic con tortillitas recién hechas. Los recados rojo, negro y blanco elaborados por las cocineras tradicionales, pudieron ser degustados y valorados por los comensales asistentes a la cena.
La chef comentó:
Soy inmensamente afortunada y muy bendecida de estar en Italia representando a mi México y a Quintana Roo y me parece hasta un poco injusto porque los aplausos me los llevo yo cuando detrás de mí está tanta gente a quien debo agradecer: empezando por mis hijos, su papá que los cuida mientras yo cocino del otro lado del mundo, las cocineras y cocineros mayas de quién tanto tanto he aprendido y quiénes deberían estar aquí conmigo porque sin su sabiduría, yo no habría podido servir hoy los más fantásticos platillos con sabor a milpa, a chiles ahumados, a axiote. Agradezco a Adelina Kauil Pech, Doña Lucy, Rolandi Canul y Bautista Cachi.
Fue un verdadero privilegio haber servido junto con el chef Daniel Maldonado en uno de los mejores restaurantes de Génova. Tanto el chef Daniel como yo trajimos ingredientes de nuestra región y cocinamos platos típicos de nuestro estado. Nos queda una gran responsabilidad después de participar en Slow Fish 2019, ya que fuimos elegidos para seguir trabajando por la sustentabilidad de nuestros océanos y nuestra gente. Es primordial el papel que tenemos quienes cocinamos, por ser el último eslabón de la cadena alimenticia dentro de la sustentabilidad del planeta.
Una probadita más
Para visitar la galería de fotografías de Slow Fish 2019 da click aquí.
Una receta de salsa verde de Karla Enciso aquí.
Video (en inglés) sobre la situación de los mares y la pesca.
Oficina de Prensa en México de Slow Food
Slow Food es una organización internacional que concibe un mundo en el que todas las personas puedan acceder a una alimentación buena, limpia y justa: para los que la consumen, los que la cultivan y para el planeta. Más de un millón de activistas, cocineros, expertos, jóvenes, productores, pescadores y académicos de 160 países están comprometidos con Slow Food. En México cuenta con una oficina operativa denominada Comida Lenta AC, para más información sobre las actividades de la red mexicana visite: http://www.slowfood.mx/