Alimentos buenos, limpios y justos representaron a México en Italia
“El reto de Terra Madre Salone del Gusto 2016 para Slow Food fue político, cultural y social: afirmamos que el alimento bueno, limpio y justo es un derecho humano al que toda persona debe acceder. Esa es nuestra manera de amar a la Tierra.”
Gaetano Pascale, Presidente de Slow Food Italia.
El pasado 22 de septiembre, se celebró durante cinco días, el Terra Madre Salone del Gusto 2016, un evento creado por la red de Slow Food, que promueve la producción de alimentos respetando el medio ambiente, la biodiversidad, la herencia gastronómica y la economía justa para las y los productores.
Esta edición 11 del Terra Madre se celebró, por primera vez en su historia, en calles, plazas, parques y edificios históricos de la ciudad de Turín, Italia. Tuvo una participación de 7,000 personas delegadas, provenientes de 143 países, 1,000 comunidades del alimento (grupos de personas unidas por la producción de un alimento en particular y estrechamente vinculadas a una área geográfica) y 300 Baluartes, proyectos de Slow Food que apoyan a las producciones de alimentos de calidad en peligro de extinción, que protegen regiones y ecosistemas únicos, recuperan métodos de elaboración tradicionales y salvaguardan razas animales autóctonas y variedades vegetales locales. Además se estima que 10,000 personas asistieron a las conferencias, talleres y foros, quienes convivieron y escucharon experiencias de las delegaciones de la red.
En la ceremonia inaugural del evento, que se llevó a cabo en el Teatro Carignano, Dalí Nolasco Cruz, indígena nahua del Baluarte número 500: Chile Serrano Tlaola, formado por mujeres indígenas de la Sierra Norte de Puebla, habló en representación de las y los delegados de Terra Madre, hizo un llamado a:
“cada ser humano que respira en este planeta, hoy más que nunca pido a todas y a todos que centren sus pensamientos y energías por la defensa de nuestra Madre Tierra que está siendo despedazada por toda la ola de grandes industrias que la explotan sin importar las consecuencias. Hoy es un día en que podemos dar voz a un planeta que nos pide a gritos auxilio. Yo pienso que realmente olvidamos que no tenemos a donde ir, que este es nuestro hogar y será el hogar de nuestros hijos.
Y para los miles de jóvenes que están aquí, es importante que sepan que esta representa una oportunidad para aprender de los mayores, para mirarlos con dignidad y reconocer toda su sabiduría. Y para los mayores, que sepan reconocer los conocimientos, sueños, fuerza, ideas innovadoras, ganas de conquistar al mundo de los jóvenes, para que juntos podamos construir puentes intergeneracionales y que sean la pauta para rescatar al mundo entero”.
Asimismo, representantes de los nuevos Baluartes mexicanos también tuvieron la oportunidad de asistir y compartir sus experiencias en foros. Un ejemplo fue Emma Villanueva Buendía de Frijoles Nativos de Tepetlixpa, comentó que como Baluarte:
“Nosotros traemos la herencia de nuestros abuelos que sembraron, nuestros padres siembran y ahora nosotros seguimos sembrando la tradición náhuatl del maíz con el frijol. El tlakatl, el hombre, es el fuerte, que va y labra la tierra, siembra maíz y siembra el frijol, crece con la intemperie, con el sol, la lluvia y el viento, al formarse, los cosecha y lleva a la casa. La mujer, la siuatl, es la que con el agua, el fuego y el viento lo transforma en alimento, entonces hemos logrado alquimia y fusión, así como el frijol apoya al maíz en su crecimiento con los nutrientes que aporta a la tierra y el maíz lo apoya como un tutor, deja que se enrede en él, el frijol lo abraza para que pueda florear y dar sus frutos. Tener el poder de cultivar y transformar un maíz en un tlacoyo o tomar el frijol y envolverlo en un tamal es muy agradable y sabroso, que nos nutre el corazón y la vida”.
También Minelia Guadalupe Xiu meliponicultora de origen maya, representó a las familias del Baluarte de la Miel de abeja Xunakab de la península de Yucatán, una de las 16 especies sin aguijón que viven en esa zona y que son cruciales para la supervivencia del bosque. Invitó a crear conciencia sobre el cambio climático y las acciones que hacemos día a día para cuidar de la tierra. Expresó dentro del espacio temático dedicado a las abejas del mundo, que en el 2016 Yucatán fue reportado como el punto más caliente en todo el mundo:
“la cera de apis y melipona se fue derritiendo, esto atrajo a sus predadores y muchas poblaciones se perdieron, fue demasiado para nosotros mantener fresca un área”.
Otros Baluartes que asistieron fueron: el Agave del Altiplano Mexicano, valorado por el contenido de azúcares y por sus hojas refrescantes; el Cerdo Pelón Mexicano de la península de Yucatán, conocido desde la época Maya por su carne poco grasa de sabor intenso; la Pepita de Calabaza de la península de Yucatán, que tostadas y molidas, se utilizan para preparar condimentos tradicionales como el sikil pak.
Como invitado especial de la delegación mexicana, asistió Gustavo Pérez Berlanga, director de Responsabilidad Social de Restaurantes Toks, interesado en colaborar con Slow Food, integrando a sus menús, alimentos que promueve la red.
Por primera vez participó en el evento el equipo operativo de la oficina instrumental de Slow Food Internacional en México, Comida Lenta A.C. formada en 2014. Esta oficina está desarrollando los proyectos de los nuevos Baluartes, gracias al apoyo financiero de Fundación Ford y Fundación W.K. Kellogg.